miércoles, 8 de agosto de 2007

El macho ibérico


Es una "especie de persona" que está extendida por toda la península, con unas características únicas y que hace las delicias de los turistas. Seguro que muchos piensan que es un eslabón perdido.... bueno, no muy perdido, se le puede encontrar fácilmente sentado viendo el fútbol.

He estado mirando mis anteriores entradas, y buscaba un factor común que pudiera estar presente en todas ellas, un causante común de todos los comportamientos chocantes y poco lógicos en una sociedad civilizada. Creo que el perfil de conductor de la ALSA ha terminado dando las últimas pinceladas a ese sujeto. El macho ibérico, lleno de orgullo herido y jamón.

Muchos, al imaginarse un macho ibérico, pensarán en una persona con barriga cervecera, cerveza en una mano, cigarro en la boca y mando a distancia en la otra mano. No es desacertada esa imagen, pero es poco precisa, no son requisitos necesarios ni suficientes para ser macho ibérico. La complexión física da lo mismo, el sexo da lo mismo (¿la "hembra ibérica"?), lo que importa es la actitud ante la vida y ante los problemas que adopta. Un macho ibérico puede ser una persona con estudios y carrera, alguien joven o viejo... No hay que fiarse de las apariencias para nada, una persona como la descrita arriba bien podría no ser un macho ibérico. Hay que fiarse de los actos.

El macho ibérico tiene tendencia a creerse el centro del universo, pero para lo bueno y para lo malo. Si les ocurre algo bueno es porque se lo merecían, y si les ocurre algo malo, es porque hay una conspiración contra ellos. No soportan esperar colas (de cine, de teatro, de fútbol...) y creen que son mejor que cualquiera en cualquier cosa. Si son aficionados a ver por la televisión algún deporte le gritan a la pantalla hasta quedarse afónicos demostrando que son mejores que los que se dejan la piel en el campo. En el caso de toparse con algo que no pueden hacer bien, o algo a lo que pierdan mucho, suelen soltar frases como "podría hacerlo, pero no quiero" o "te dejo ganar porque me das lástima". Es un misterio hasta que punto se creen esas cosas que dicen. Bueno, en el caso de que de verdad se les de bien hacer algo, y alguien lo haga mejor que ellos dirán cosas como "has hecho trampa" "porque no voy en serio, que sino, verías".

Lo siguiente es deducible de lo anterior. El orgullo. Un macho ibérico siempre puede hacer algo y siempre le sale bien. De no ser así, se sienten heridos en su orgullo y persisten y persisten. No consentirán aprender a hacer cosas, ni que nadie les enseñe a nada. Aprender sería una afrenta a su orgullo. Todos saben que el macho ibérico nace sabiendo.

Esas dos cosas son lo fundamental en un macho ibérico y es lo que da todos los comportamientos extraños. Para el macho ibérico no existen límites de velocidad, el controla en carretera a cualquier velocidad, esos límites están para "el resto de los pringaos que no tienen ni idea". Las leyes no van con los machos ibéricos, bueno, si van en el caso de que puedan usarlas para vengarse por su orgullo herido. Siempre que una ley que impida que un macho ibérico haga algo a lo que está acostumbrado, para él (o ella) será una ley que "limita su libertad" que "un día de estos nos prohíben hasta caminar" y un largo etc... Es fácil ver que aquí entran los fumadores que no respetan la ley anti-tabaco.

El macho ibérico tiene que estar bien pese a quien pese, hará todo lo posible por encontrarse agusto, aunque eso implique fastidiar al prójimo. Los conductores de transporte público tienen cierta tendencia a hacer huelgas ilegales (sin respetar los servicios mínimos) al mas mínimo problema, fastidiando a los usuarios que nada tienen que ver con sus protestas. Siempre tienen razón, y para hacer ver que tienen razón gritarán y fastidiarán todo lo que puedan, aunque eso implique apedrear con rodamientos de acero un autobús escolar, como se vio (yo lo vi) en la huelga de autobuses interurbanos de Madrid de hace unos años.

El macho ibérico tiende a ampliar su círculo de influencia a sus familiares o amigos mas allegados. Aunque estos allegados no quieran. Para el macho ibérico dichos allegados tienen las mismas cualidades que él (o ella) y se encargará de defenderlas a capa y espada quieran o no los allegados. Éstos son los que echan la culpa de sus problemas familiares a "la tele" "los videojuegos" o "Internet" estando sus allegados siempre libres de culpa de todo. Bajo este tratamiento los allegados pueden convertirse en machos ibéricos ellos mismos.

El macho ibérico sería algo anecdótico y abocado a desaparecer sino fuera porque siempre se le hace caso, y se potencian sus características porque tiene tendencia a salirse con la suya. Y éso es porque las personas que tienen cierta autoridad en este país hacen caso del que mas grita, en lugar de buscar y analizar quien lleva razón.

2 comentarios:

Renattus ® dijo...

Muy interesante el blog. Me gustó la forma amena, clara y sencilla de dar a conocer tus ideas, ¡¡felicitaciones!! y saludos desde Santiago de Chile.

Faile dijo...

Y pensar que empecé a leer riéndome y acabé pensando que en mi casa hay cámaras ocultas XD

Después de leer esta entrada puedo afirmar categóricamente que mi progenitor ha de ser socio fundador de la especie en cuestión, sólo ha faltado que la foto de portada fuera la suya XD A veces he llegado a pensar que podría sustituir a Imanol Arias en el papel de Antonio Alcántara en Cuéntame... y la gente sólo notaria la diferencia en la barriga cervecera.

Y ahora que lo pienso mi padre no es el único macho ibérico que se ha cruzado en mi camino, de hecho prácticamente todas las personas de su generación que conozco son iguales. Lo sorprendente es encontrar entre los jóvenes a los "nuevos cachorros" de la especie, y no uno ni dos. Parece ser que el "gen ibérico" sigue fuerte y retozón, como el propio cerdo ibérico del que saldrán los ricos jamones que nutrirán a nuestro emblema nacional: el Macho Ibérico.

En fin, para algunas cosas seremos europeos pero para otras seguimos en el pueblo.