jueves, 25 de octubre de 2007

¡¡Venta de orgullo y dignidaaaad!! ¡¡ Alquilo el respetooo!! ¡¡Ofertas especialeees!!

Eeees la gran oferta del mercadoooo, para el señor y la señoraaaa, si paga el precio adecuado, le vendo mi orgulloooo, mi dignidaaad y hasta el alma si es preciso oigaaaa.

Dentro de poco tendremos un puesto en el mercado llamado la "serería" donde se podrán vender y cambiar todas las cosas que definen nuestro ser. Por un precio módico podremos vender nuestro orgullo, o dejar la dignidad de lado a cambio de unos billetes. También podremos pisotear a los demás si pagamos lo suficiente como para que se haga la vista gorda. Y todo en el mercado, al lado de la pescadería y de los encurtidos.

¿A que viene todo esto? a la realidad del mundo en el que vivimos, a que si no. Yo leo las noticias relacionadas con el tabaquismo y la ley anti-tabaco, leo los comentarios y (eventualmente) participo. Estaba contento con el tema (relativamente) porque los comentarios habituales de los fumadores ("los coches contaminan más","mi libertad de fumar donde quiero" y un largo etc..) estaban perdiendo fuerza. Un comentario de esos rápidamente era rebatido con sensatez por alguna persona, y se nota que todos los argumentos clásicos para el fumeteo por doquier han perdido gas.

Pues un nuevo argumento se intenta alzar entre los derrotados para reclamar el derecho de fumar hasta en los hospitales (dicho argumento lo leí en una carta sobre fumar en hospitales). Dicho argumento me hizo temblar las carnes, porque algo muy siniestro se oculta tras ello. Varias personas argumentaron lo siguiente: "Con los impuestos que pago al comprar tabaco, se hacen muchas cosas para todos, gracias a que yo fumo se han podido hacer carreteras y demás, así que me he ganado el derecho a fumar donde se me antoje, que se fastidien los demás que con mi dinero del tabaco se han hecho muchas cosas para ellos". La frase no era exactamente así, he condensado lo que decían en dos o tres comentarios al respecto. Pero la idea es clara: el nuevo argumento de los fumadores es que si pagan lo bastante, pueden perjudicar y fastidiar a quien les de la gana.

Esto es un comportamiento generalizado, todos sabemos que la dependencia a la nicotina hace que los fumadores sean drogadictos y tengan el seso comido por un cilindrín de 5 cm, y los comentarios que hacen respecto del tabaco están nublados por ello. Pero está claro que éste es un tema serio porque no sólo se ve en el tabaquismo. Pagar. Tener dinero. Parece que con eso se soluciona todo y pagar algo parece que nos da derecho a hacer lo que queramos.

Tener dinero no lo es todo, con el dinero compramos comida, ocio y entretenimiento, comodidades y elementos necesarios para el trabajo, destinado a ganar más dinero. Pero nada más. No podemos comprar salud (una persona con un cáncer con metástasis en mil sitios no se salva aunque sea el mas rico del mundo), no podemos comprar amor (sexo si, pero amor nanai) y no se puede comprar respeto (se puede comprar fidelidad basada en la codicia, pero no respeto).

Pero hoy día parece que eso se diluye. Creemos que con dinero se arregla todo, una ofensa, una falta de respeto... Todo daño parece que se arregla con dinero. Una ofensa requiere de un arrepentimiento sincero, y si hay daño de algún tipo, pues una compensación económica, pero lo primero es lo primero. Pero en este sentido las cosas se han tergiversado. Ahora, ante una catástrofe familiar, ante un accidente, un error fatal de alguien, lo primero que piensan y hacen los afectados es poner el cazo para ver cuanto les cae, luego se preocupan por los daños impagables, pero lo primero es poner el cazo y reclamar dinero.

Realmente es lamentable que en situaciones donde nos debería de preocupar primero una pérdida familiar, una ofensa y demás cosas, andemos preocupándonos primero por el dinero que podemos sacar a la situación en cuestión, dejando en segundo plano los valores fundamentales de ser persona. La indignación y la rabia en ciertas situaciones viene dada por el poco dinero que se le ha conseguido sacar, en lugar de por las cosas perdidas que no se pueden comprar.

Ya eso es preocupante, pero la cosa llega a más. Ahora, tener el dinero suficiente da derecho a pisotear a los demás. Si pago lo bastante, puedo hacer lo que quiera a quien quiera. Ese es el nuevo argumento de los fumadores, como pagan muchos impuestos, pues eso les da derecho a fumar sin que la gente rechiste. Y esto se extiende a todo. Muchas veces se compra el silencio, se compran los juicios, se compra la dignidad de una persona, y otros ponen en venta sus principios. Se busca el dinero por el simple hecho de tener más dinero, y por ello dejamos de ser personas y nos transformamos en ·dinerívoros" que quieren tener cada vez más oro, pero sin llegar a gastarlo. Sólo tener por tener.

Pues (a los fumadores me dirijo) me da igual que los impuestos de millones de cigarrillos hayan pagado carreteras, hospitales y demás (seguro que los gastos médicos derivados del tabaquismo tienen algo que decir), mi salud no está en venta. No voy a dejar que se me falte al respeto por unos billetes. Ya puedes tener el oro y el moro, que hay cosas que no se compran. Una de ellas yo mismo.

domingo, 14 de octubre de 2007

Se acercan las elecciones...

Parece que el anterior tema tuvo éxito, muchos seguro que se sentían representados en el tema porque les han pasado cosas parecidas. Cuando no tienes mas remedio que usar el deficientísimo sistema de Cercanías te pasan cosas todos los días, y lo mejor es tomártelo con humor, o pegarte con un tren. Y están muy duros. Yo me quejo siempre que pasa algo, y siempre dicen que lo sienten, pero que esas cosas pasan (si, dicen eso) y que no es para tanto. Claro, como ellos van en cochazos a trabajar con el dinero que nos escatiman a los usuarios, que ni siquiera funciona lo mínimo...

Por cierto, los periódicos han confirmado mis sospechas de que tanto retraso y paradas innecesarias de los trenes, es debido a una huelga ILEGAL de los maquinistas (desde el 1 de octubre durante un tiempo indefinido), que la RENFE se empeña en tapar como "obras" o "fallos de los trenes". Malo sería que tanto fallo fuera cierto, esos trenes estarían hechos un asco, pero peor es que la RENFE tape y cubra a los trabajadores que no saben ser profesionales y se toman la justicia por su mano perjudicando a los que menos culpa tienen. Pero bueno, la vida es así, que decía aquella serie de TV, yo ahora lucho por sacarme el carnet de conducir y poder decir adiós para siempre al Cercanías.

Si alguien busca mis aventuras Prachettianas en el cercanías, es la entrada anterior XD.

Bueno, después de la breve reflexión, vamos con el tema del título. Se acercan las elecciones, y aunque queden meses, los políticos ya están en pre-pre-campaña o como se diga. Lo que quiere decir que se tirarán los trastos a la cabeza durante los próximos meses, promoviendo cosas nuevas y (aparentemente) suculentas para la próxima legislatura e intentando tapar o cambiar lo que ha pasado estos últimos cuatro años.

Los políticos, expertos en mentir, se emplean a fondo en estas fechas de incertidumbre: aún no estamos en campaña, pero está cerca, y se ganan credibilidad al proponer o decir cosas (desacreditando al contrario) cuando aún no están en campaña (porque en campaña casi nadie les cree). La estrategia seguida en estas fechas es la siguiente: el partido del gobierno dirá y aprobará ciertas medidas, el partido de la oposición dirá que sus propuestas eran mejores, pero que les han copiado malamente porque son peores. El gobierno hablará de futuro y de lo que va a hacer, y la oposición dirá que no ha hecho hasta ahora. Pero el ambiente general será de mentiras que intentarán tapar o camuflar lo que ha pasado en los cuatro años que dura una legislatura.

"Que malos y mentirosos son los políticos" dirá la gente, pero estas cosas pasan porque nos las tragamos. Si los políticos llevan toda la vida mintiendo de manera muy evidente es porque les funciona, y tragamos con lo que sea. Nos creemos todo lo que se nos dice en campaña y pre-campaña, y votamos en función de lo que ha pasado unos meses antes de las elecciones, o en función de lo que nos han dicho unos meses antes.

No debemos olvidar que una legislatura dura 4 años, que a lo largo de esos 4 años pasan cosas que influyen en todos los aspectos de nuestra vida (economía, colegios, empleo etc...) y que pueden marcar el rumbo de la vida de un país durante años. Fijarse en los últimos meses de una legislatura para votar a unos u otros sería como proclamar ganador de un partido de fútbol al que ha marcado el último gol, en lugar de al que a marcado mas veces.

Es una labor ardua, pero creo que todos deberíamos de ser capaces de ver y analizar las cosas que dicen los políticos y las cosas que hacen, porque de lo que se decida en las urnas dependerá nuestra vida futura. El voto de todos vale lo mismo, una persona que vota porque le cae bien un líder de un partido u otro, y otra persona que vota habiendo estudiado datos económicos y sociales para decidirlo... vale igual el voto de ambas. Tenemos que hacer que el voto de todos sea un voto de calidad, si los políticos ven que sus mentiras no funcionan, tendrán que dejarlas para seguir ahí.

Yo por mi parte no se mucho de política, pero pienso informarme durante el largo camino que queda hasta las elecciones. Y también informaré en este blog. Que si ley de memoria histórica, que si la economía va bien o mal (ni yo me aclaro...), medidas: cuales son electoralistas y cuales no. Como siempre, siguiendo en mi línea, todo lo que diga estará bien documentado.

Por si alguno se pregunta que cual es mi inclinación política... pues no tengo, sinceramente todos los politicuchos actuales me parecen mierda pura. Y por ello quiero estar muy informado de lo que ha pasado y pasa. Datos sin arengas muy sentidas e insultos. Porque si es difícil buscar algo bueno entre mucho malo, más difícil es sacar algo menos malo de entre lo malo.

Pues eso, de aquí a las elecciones, entre mis entradas normales, habrá alguna aburrida como ésta que trate de temas políticos más concretos, siempre desde el punto de vista de los datos, y dejando a parte los insultos y las arengas.

jueves, 4 de octubre de 2007

¡Renfee! ¿Renfe?


¡Cuanto tiempo! ¿que tal todos? ¿bien? pues me alegro :P. Hace mucho que no me paso por aquí, pero todo tiene su explicación. Poco después del fallecimiento de James Ridgey jr me fui una semana de vacaciones a La Manga, un lujo, calor, playa, helados, mi novia, vamos, lo mejor del mundo. Luego a la vuelta de vacaciones, me he encontrado con un panorama bastante estresante: en la universidad no me han dado el grupo que he pedido y tengo que andar cambiando de grupo, he estado toda esta semana mañana y tarde en la universidad, llegando a casa a las mil, mas muerto que vivo y aguantando los retrasos del cercanías de costumbre.

Hoy voy a contar mis vivencias en el cercanías de renfe. Todos sabemos que los trenes se retrasan, que los conductores paran los trenes ilegalmente, que hay trenes que directamente no pasan... etc... es el pan de cada día, pero para que algo de lo que me ha pasado en el cercanías merezca la pena ser contado en una entrada, tiene que ser tela. Yo, como soy friki (como ya admití en un post) y como me gusta la fantasía épica, voy a relatar lo acontecido en forma de historieta satírico-fantástica, de ahí el título parecido al de cierto libro de Prachett (mi narración no estará a la altura ni de cerca de la gran calidad del Maestro Prachett, pero espero que se me permita la licencia del título).

Anme soy yo, algunos diréis "noo, es un sobrenombreee", pero me conocéis por mis post como Anme, así que soy Anme. Tras un día largo en la "Universidad Bien Visible" de Leganés (de 12 a 6 ná menos, con un descanso para comer bastante escaso) me disponía a emprender el ya de por sí largo camino de vuelta a casa, la cosa fue normal, hasta que llegué a las tierras de Atocha el reino Donde Todo Pasa Tarde.

Llegué ilusionado, aún faltaban 5 minutos para que mi tren llegara a su hora, lo que viene a decir que me quedaban poco más de 10 minutos de espera. Pero como pasa muchas veces el tren no pasa... y nadie dice nada... la voz de Dios de Atocha sólo decía, de cuando en cuando "les recordamos que según normativa legal vigente no está permitido fumar en el recinto de la estación", pero Atocha estaba llena de herejes. Todo el mundo fumaba. Por eso los Vehículos Sagrados no llegaban a su hora, tenían miedo de los infieles. El pobre Dios de Atocha estaba tan ocupado intentando meter este precepto a sus fieles que no era capaz de decirme por qué mi tren llegaba tarde.

Pero el Profeta Luminoso (que no habla, pero escribe) dijo (15 minutos después de la hora marcada para mi tren) "COLMENAR 1 MINUTO" ¡Aleluya!, un vehículo sagrado viene a recogerme para alejarme de los Palitos Asesinos y Humeantes de los herejees :D. y efectivamente, un tren con el rótulo de "COLMENAR" bien grande y brillante se paró a mis pies y me dejó entrar. Me senté y me puse a leer como tengo por costumbre.

Otro retraso normal, pensé yo, pero la cosa no acaba ahí, de hecho la cosa empieza ahí. Recorrido normal hasta llegar al Tempo de Chamartín. El tren estuvo estacionado más tiempo del normal (vamos, mas de 10 minutos) y hubo mucho trajín de fieles que entraban y salían, yo ni caso, estaba leyendo. Y por fin el vehículo sagrado se fue. Pero tanto infiel en Atocha lo tenían trastornado, pobre, he hizo una para en Ramón y Cajal.

Dolido por el maltrato del Dios, y furioso me bajé del tren a toda velocidad, pero el Vehículo Sagrado estaba en trance para recuperarse de tanto infiel, y estaba bastante más elevado sobre el andén de lo normal. El tren en su trance no pudo avisarme a tiempo de la existencia del Abismo, y caí al vacío. Para mi cerebro la caída era de 20 pisos, pero para mi cuerpo era de apenas 1 metro. Como mi cerebro y mi cuerpo no se pusieron deacuerdo, mi pierna izquierda tomó la iniciativa y paró todo el golpe contra el fondo del Abismo sacrificando al pobre Menisco en el proceso. El resultado es que me mantuve el pie, y cojeando fui a la taquilla para pedir el Gran Libro de Comunicación Con los Dioses.

El Guardián del libro tiene mucho celo a la hora de dejar El Gran Libro a la gente, no se sabe quien puede ser infiel. Al principio no quiso dármelo, pero convoqué al Poder Supremo, diciendo las Palabras Sagradas: "o me das el libro, o llamo a la policía para que te obligue a dármelo" y el Guardián vio que era merecedor de Comunicarme con los Dioses. Cuando escribía mis súplicas a los Dioses, me percaté de la existencia de una casilla desconocida en los Libros hasta ahora, dicha casilla rezaba: "si quiere que su opinión cuente para Renfe a la hora de elaborar estudios de calidad de servicio, marque esta casilla" por supuesto la marqué. ¡El Dios tendrá en cuenta mis rezos!

Después de escribir en el Gran Libro obtuve mi Resguardo Sagrado sellado con la La Fecha
, y me dirigí al andén otra vez para coger un Vehículo Sagrado a Chamartín, y poder llegar, al fin a mi destino. Pero la voz de Dios tronó: "el servicio en la estación de Pitis está interrumpido por un período de tiempo indefinido, ya les avisaremos cuando pasen trenes".

Despechado por el desprecio del Dios, cojeando, me dirigí al mini-templo del Dios Bus que no tardó en aparecer y me dejó en casa poco más de una hora más tarde de lo esperado.

¡Dios de Atocha!¡Yooo, Anme, te repudio de por vidaaa!¡Ni eres capaz de hacer que los infieles no usen los Palitos Asesinos Humeantes!¡No vales nada!¡ Tus vehículos sagrados son viejos e inútiles!¡Y el camino a Casa está plagado de Paradas Ilegales!¡Que Madrid te destruya, y te posea a partir de ahora!