viernes, 7 de diciembre de 2007

¡Navidades! ¿ya ha vuelto a pasar un año?


Buenas gente, ya vuelvo a poner algo con motivo de estas fechas taaaan señaladas. Ando ocupado, como ya he dicho, y no puedo atender esto tanto como querría. Pero me agrada ver que hay visitas constantes y que, parece, van en aumento. También he visto una DNS de la ALSA mirando el blog, pues nada, que se atrevan a desmentir algo de lo que les dije XD. De esta gente me espero lo que sea, así que revisaré mas los comentarios, porque como sabéis no admito comentarios fuera de tono.

Dicho esto, vamos al tema: Otro año pasa, y esta apunto de acabar con uno de los periodos más raros del año: la Navidad. Aun no nos hemos limpiado las migajas del turrón del año pasado, y ya estamos otra vez con el espumillón hasta las rodillas y las luces destellantes acosándonos por la calle. Todo se enrarece en Navidad, el ambiente en general es festivo por la calle, pero es diferente al verano u otras fiestas.

Para empezar la navidad tiene la propiedad de empezar antes cada año: si hace unos años nos parecía exagerado ver luces y adornos en los escaparates a mediados de diciembre, ahora empezamos a ver eso mismo a finales de noviembre y nadie se extraña. Dentro de poco empezaremos a ver adornos en agosto. De todas formas, para estar prevenidos, el pistoletazo de salida de las navidades lo marcan los puestos de castañas asadas.

Ya entramos en lo que es la navidad en si: empiezan las compras navideñas. Estamos en un periodo largo de tiempo donde la gente compra de todo, y todo caro, claro, los comerciantes no pueden desaprovechar la oportunidad, las ventas son seguras, así que a subir los precios para ganar mas... porque también tienen que comprar a sus compañeros que han subido los precios. Comprar es la principal actividad de estas navidades: regalos, turrones, brebajes especiales, mariscos, ahumados, fiambres... y además en grandes cantidades porque tenemos la cena de noche buena, la comida de navidad, la cena de fin de año, la comida de año nuevo, el día de reyes... Vamos, la gente se lanza a comprar de todo, en grandes cantidades y caro.

Comprar es la principal actividad de estas fechas, y por ello proliferan los puestos callejeros de venta de... cosas... En lo que a Madrid se refiere estos puestecitos asaltan las plazas, calles e incluso estaciones de metro e intercambiadores. Pero hay una zona de puestos que es la madre de los puestos: la plaza mayor. Allí es fácil localizar belenes (es donde no hay gente) y difícil localizar lo demás. Las personas crecen al rededor de los puestos como unos tumores benignos dispuestas a comprar (y ponerse) una peluca amarillo chillón, como para subrayar su existencia. ¿que se puede encontrar en estos puestos que no se encuentre en otro lado y que compense los empujones? nada, realmente nada, pero "es tradición". Ni que decir tiene, que como un tonto XD, allí estoy yo todos los años.

En lo que a comida navideña se refiere, tenemos cosas que se compran sólo en esta época, como turrones, polvorones, mazapanes... y esos dulces casi "hacen la navidad" seguro que si sacas turrón duro en julio, comienza a nevar. Estos dulces se sacan generalmente después de una comida copiosísima, en una bandeja grande y cortados en trocitos pequeños. La gente está llena después de la comida, y se toma uno o dos trocitos de algo por compromiso mas que nada. Luego en esa casa se cena turrón hasta la primavera. A lo mejor es por eso que la Navidad empieza antes cada año, para ver si se acaban los turrones alguna vez.

La televisión también se transforma en navidades, todo se convierte en especiales, películas sobre Santa Claus y anuncios de juguetes. Que casi son mejores los anuncios de juguetes que las películas. Las películas son todas iguales, alguien desgraciado aprende a amar y ser feliz porque todos sus problemas se han resuelto gracias a la caridad de la Navidad. Los anuncios son mas interesantes, la muñeca cagona, el perro que reconoce tu voz, la colonia con la que ligas seguro... Cada año nos sorprenden con algo nuevo.

Dentro de estas fechas tenemos la fiesta de fin de año. Cenar rápido y mucho, ponerte a pelar uvas (o comprarlas peladas) embutirte 12 uvas al ritmo de las campanadas, dar besos a todos los familiares deseándoles un feliz año nuevo, escupiendo zumo de uva con cada sílaba, para coger el abrigo y salir (aun masticando uva) a tu fiesta de fin de año. Enlatarse cual sardina en el metro es tradición, y es fundamental para poder empezar bien la fiesta de fin de año, es un entrenamiento para meterte en el local donde vayas a pasar la noche. ¡Que bien, barra libree! la entrada es a 50€, pero seguro que se amortiza. La fiesta en si es emborracharse como cualquier fin de semana, pero con un gorro y un matasuegras. La cosa acaba por la mañana, en un estado en que todo es borroso, cansado, alicaído.... Pero la cosa no acaba ahí, aun queda la caza del churro. Buscar un sitio donde tomarse unos churros agusto puede ser complicado, y más después de amortizar 50€ a golpe de garrafón. Pero se consigue, otra cosa es que mas tarde recuerdes habértelos tomado. Pero la cosa no acaba ahí, queda la tradicional comida año nuevo, que generalmente es tu casa, con todos tus familiares.... salvo tus primos que estaban muy cansados de la juerga y no han podido venir.

Y la navidad es todo esto. No hay más. Alguno dirá ¿donde queda la fraternidad, el amor y todo eso? pues no queda, es sólo algo inventado para hacer creer que todo ese consumismo es por algo bueno. Y eso está bien, a mi juicio sería muy triste que todos esos valores navideños de bondad y amor tuvieran una fecha para manifestarse.

2 comentarios:

Faile dijo...

Pues sí, llegó de nuevo la época de los turrones, comilonas, regalos y las celebraciones familiares, aunque estas cada año vayan decayendo un poco más.

Del significado tradicional de la Navidad propiamente dicha apenas queda algún retazo suelto en el recuerdo y en ciertas costumbres que han conseguido mantenerse más o menos a flote a través del auge consumista: la asistencia a alguna misa ocasional o dejar puesta la televisión mientras dan la clásica misa del gallo, aunque no se la esté haciendo ni caso; los villancicos, que lejos de desaparecer cada año tienen más auge y hasta remixes en todo tipo de ritmos imaginables; algún impulso supuestamente solidario con el que sentirnos mejor con nosotros mismos y que parezca que compartimos el tradicional espíritu navideño que ya sólo permanece "intacto" en la típicas películas navideñas, ñonas y repetitivas...

Ahora la navidad (sí, creo que ya perdió su derecho a tener mayúsculas) no es más que otra fiesta más a lo largo del año con vacaciones, dulces típicos y, lo mejor de todo y no sólo para los más pequeños, regalos. Todos nosotros lo que andamos esperando con mayor ilusión no es juntarnos con las familias a las que ves un par de veces contadas al año, no, es averiguar que nos regalarán, si es que aun se conserva la sorpresa y la vaguería no se ha impuesto en forma de dinero. Para lo único que nos reunimos ya es para llenar la casa de trastos de brillantes colores que le den un aire más festivo, y quizás algún pequeño belén que siempre queda bonito y adecuado, y darnos unas comilonas de campeonato que ni se nos ocurrirían hacer cualquier otro día del año normal.

También suele ser la época del año de las depresiones y los suicidios, chocante ¿verdad? De las broncas familiares y de echarse en cara cosas que pasaron hace años, ya se sabe tanto roce puede sacar lo mejor o lo peor de uno mismo y más cuando hay ríos de alcohol de por medio... De fiestas de nochevieja que se convierten en una carrera contrarreloj por amortizar el pastón que te cobran por una entrada bebiendo como un cosaco, estando hacinado toda la noche en un local con una capacidad de aforo mucho menor a la cantidad de entradas vendidas, y en la que, aunque nadie quiera reconocerlo, no te lo llegas a pasar tan bien como un fin de semana cualquiera en el que sales con tus amigos sin presión alguna y gastando mucho menos.

No nos engañamos esta es la fiesta del Santo Gasto, cuanto más dinero te dejes en comida, regalos, adornos y pelucones de colores más felicidad irradiarás y mayor será tu espíritu navideño. Aquel que tiene esos supuestos sentimientos tan navideños de amor, felicidad y respeto los muestra todo el año, y no un puñado de días festivos al año.

Listo Entertainment dijo...

http://www.aldeaglobal.net/listo/navidadchina.gif
:)