lunes, 27 de agosto de 2007
La primera impresión es la que cuenta, pero no la que vale
Cuanto tiempo sin aparecer por aquí ¿eeeh? he estado metido en un "bucle de agobios", ya sabéis, tengo mucho que hacer y me agobio porque me queda poco tiempo para hacerlo, y como me agobio, pues no hago nada. Pero creo que ya he salido, haré lo que buenamente pueda y lo que no se pueda... pues me daré de cabezazos por dejar las cosas de lado XD.
Antes de entrar en harina quiero agradecer a los que me leen y a los que comentan (estos doble agradecimiento, pues leen y comentan XD). Como este blog está pensado para echar mis ideas al aire, y que las lea todo el mundo, esté de acuerdo o no, pues me gusta ver que hay gente que me lee, aunque sean pocos ;) .
Pues vamos con el tema de hoy.
¿Cuanto se valora el aspecto hoy día? no me refiero al ligoteo ni a buscar gente con buen físico para tener un rollete, esto también, pero me refiero a un aspecto mas amplio de ese tema. ¿Al ver a una persona vestida de determinada manera (o con un aspecto determinado) te crees que sabes todo sobre esa persona? mas o menos a eso me quiero referir.
En la serie de la Sexta "Me llamo Earl" el protagonista dice en su primer capítulo "... Si creen que merece la pena conocerme, porque puedo ser mejor persona de lo que parezco, no se molesten..." pero después de unas revelaciones kármicas el personaje cambia radicalmente, de actitud, no de aspecto, y eso le acarrea ciertos problemas.
Queramos o no, hoy día se valora mucho el aspecto de una persona, y eso se ve todos los días. Uniformes escolares, ropa para entrevistas de trabajo, y un largo etc de nuestra vida diaria donde tenemos que mirarnos al espejo para hacer pensar a otros ciertas cosas de nosotros. Consecuentemente casi siempre se sacan ideas equivocadas.
Sacar conclusiones equivocadas de una persona por su aspecto es normal, y ciertamente no tiene demasiada importancia, sólo que ciertas situaciones requieren cierta vestimenta (como trajes en las bodas, y zapatos en las discotecas). Si se prejuzga a un persona por su aspecto, y vas a conocer a esa persona, no pasa nada, porque cuando la conoces ya tienes la impresión real de lo que es, y si no la vas a conocer, pues no pasa nada por eso mismo. El problema es cuando se crean prejuicios sólo con el aspecto de una persona, en este caso, por mucho que conozcas a esa persona, no cambiarás de idea.
Está bastante claro que intentar sacar un perfil psicológico completo de una persona por la facha que lleve, pues es bastante desacertado. Si se ve a una persona por la calle con una camiseta de Iron Maiden, todo que que puedes suponer (suponer que no saber) es que le gusta Iron Maiden, pero lo que no puedes suponer es que es "un greñudo y sucio vago que sólo escucha ruido y no sabe hacer la o con un canuto" mucho suponer para una pobre camiseta.
Esos prejuicios sacados del aspecto físico de alguien nos ciega y hace que no conozcamos a ciertas personas maravillosas por sus pintas, y que conozcamos a unos capullos muy bien vestidos, que insistiremos en decir que son "buena gente" hasta que nos hagan una gorda y digamos aquello de "si parecía tan buen chico, ¿que le habrá pasado?" realmente no le ha pasado nada, es así.
No nos podemos hacer una opinión de una persona sólo por las pintas que tenga, podemos tomarlo como guía, o pista, pero la mayoría de las veces estaremos equivocados, para saber como es una persona hay que conocerla, no hay otra.
miércoles, 8 de agosto de 2007
El macho ibérico
Es una "especie de persona" que está extendida por toda la península, con unas características únicas y que hace las delicias de los turistas. Seguro que muchos piensan que es un eslabón perdido.... bueno, no muy perdido, se le puede encontrar fácilmente sentado viendo el fútbol.
He estado mirando mis anteriores entradas, y buscaba un factor común que pudiera estar presente en todas ellas, un causante común de todos los comportamientos chocantes y poco lógicos en una sociedad civilizada. Creo que el perfil de conductor de la ALSA ha terminado dando las últimas pinceladas a ese sujeto. El macho ibérico, lleno de orgullo herido y jamón.
Muchos, al imaginarse un macho ibérico, pensarán en una persona con barriga cervecera, cerveza en una mano, cigarro en la boca y mando a distancia en la otra mano. No es desacertada esa imagen, pero es poco precisa, no son requisitos necesarios ni suficientes para ser macho ibérico. La complexión física da lo mismo, el sexo da lo mismo (¿la "hembra ibérica"?), lo que importa es la actitud ante la vida y ante los problemas que adopta. Un macho ibérico puede ser una persona con estudios y carrera, alguien joven o viejo... No hay que fiarse de las apariencias para nada, una persona como la descrita arriba bien podría no ser un macho ibérico. Hay que fiarse de los actos.
El macho ibérico tiene tendencia a creerse el centro del universo, pero para lo bueno y para lo malo. Si les ocurre algo bueno es porque se lo merecían, y si les ocurre algo malo, es porque hay una conspiración contra ellos. No soportan esperar colas (de cine, de teatro, de fútbol...) y creen que son mejor que cualquiera en cualquier cosa. Si son aficionados a ver por la televisión algún deporte le gritan a la pantalla hasta quedarse afónicos demostrando que son mejores que los que se dejan la piel en el campo. En el caso de toparse con algo que no pueden hacer bien, o algo a lo que pierdan mucho, suelen soltar frases como "podría hacerlo, pero no quiero" o "te dejo ganar porque me das lástima". Es un misterio hasta que punto se creen esas cosas que dicen. Bueno, en el caso de que de verdad se les de bien hacer algo, y alguien lo haga mejor que ellos dirán cosas como "has hecho trampa" "porque no voy en serio, que sino, verías".
Lo siguiente es deducible de lo anterior. El orgullo. Un macho ibérico siempre puede hacer algo y siempre le sale bien. De no ser así, se sienten heridos en su orgullo y persisten y persisten. No consentirán aprender a hacer cosas, ni que nadie les enseñe a nada. Aprender sería una afrenta a su orgullo. Todos saben que el macho ibérico nace sabiendo.
Esas dos cosas son lo fundamental en un macho ibérico y es lo que da todos los comportamientos extraños. Para el macho ibérico no existen límites de velocidad, el controla en carretera a cualquier velocidad, esos límites están para "el resto de los pringaos que no tienen ni idea". Las leyes no van con los machos ibéricos, bueno, si van en el caso de que puedan usarlas para vengarse por su orgullo herido. Siempre que una ley que impida que un macho ibérico haga algo a lo que está acostumbrado, para él (o ella) será una ley que "limita su libertad" que "un día de estos nos prohíben hasta caminar" y un largo etc... Es fácil ver que aquí entran los fumadores que no respetan la ley anti-tabaco.
El macho ibérico tiene que estar bien pese a quien pese, hará todo lo posible por encontrarse agusto, aunque eso implique fastidiar al prójimo. Los conductores de transporte público tienen cierta tendencia a hacer huelgas ilegales (sin respetar los servicios mínimos) al mas mínimo problema, fastidiando a los usuarios que nada tienen que ver con sus protestas. Siempre tienen razón, y para hacer ver que tienen razón gritarán y fastidiarán todo lo que puedan, aunque eso implique apedrear con rodamientos de acero un autobús escolar, como se vio (yo lo vi) en la huelga de autobuses interurbanos de Madrid de hace unos años.
El macho ibérico tiende a ampliar su círculo de influencia a sus familiares o amigos mas allegados. Aunque estos allegados no quieran. Para el macho ibérico dichos allegados tienen las mismas cualidades que él (o ella) y se encargará de defenderlas a capa y espada quieran o no los allegados. Éstos son los que echan la culpa de sus problemas familiares a "la tele" "los videojuegos" o "Internet" estando sus allegados siempre libres de culpa de todo. Bajo este tratamiento los allegados pueden convertirse en machos ibéricos ellos mismos.
El macho ibérico sería algo anecdótico y abocado a desaparecer sino fuera porque siempre se le hace caso, y se potencian sus características porque tiene tendencia a salirse con la suya. Y éso es porque las personas que tienen cierta autoridad en este país hacen caso del que mas grita, en lugar de buscar y analizar quien lleva razón.
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