Genial frase de Quino puesta en boca de su creación más conocida, Mafalda, y que creo que ilustra un poco cómo me siento ahora mismo con respecto al tema de transporte público.
Todo lo que a continuación cuento ocurrió hace una semana, y esa periodo ha sido bueno. Tengo la carrera casi terminada, y además la última asignatura la he aprobado con Matrícula de Honor, he estado el fin de semana fuera de descanso, estoy de relax leyendo los últimos comics de Sandman que han caído en mis manos... En fin, una buena semana. Digo ésto porque no quiero que se piense que este post y sus conclusiones son fruto de un cabreo momentáneo. Todo está bien pensado y meditado, me he esperado un tiempo después de los hechos antes de postear, pero no cambia nada lo que tenía pensado.
Los hechos son los siguientes: el pasado martes, en lugar de volver a casa en tren, doy un rodeo por Madrid para hacer unas compras, y decido volver en bus. Llego a Plaza de Castilla y cojo un bus de la ALSA que, como siempre, sale tarde. Lo habitual, vamos. No contento con eso, el bus se para en una parada durante más de 10 minutos sin que nadie (ni siquiera yo) diga nada, pero todos los que estaban a mi alrededor (y yo también) estaban refunfuñando al respecto. Bastante cabreado, al bajarme del bus, recriminé al conductor dicha parada que, con todo el morro del mundo, me dijo que "esa parada de más de 10 minutos está ordenada desde la empresa", ya cabreado le digo que "eso no se lo creen ni en tu casa" y entonces empiezan las amenzas por parte del conductor "tu a mi no me dices nada" "eres un hijo de puta" " te espero al terminar mi turno" y otras lindezas. Cierto es (por si alguno que estaba en el bus lo ve) que yo entré al trapo constestándole a gritos en su mismo tono etc... Bueno, estaba cabreado de verdad en ese momento, de haberme calmado podría haberle humillado sin piedad y con calma, pero bueno, para la próxima.
Ésto no es raro, no me extraña y no me afecta, lo que pueda decir una persona cuyo mayor logro en la vida es sacarse un carnet de conducir y cumplir mal los servicios pactados.... me resbala, si me cabreé fue por el morro que le echó, no por lo que me dijo. Lo que me enfada de verdad (no un cabreo momentáneo) es la actitud de los pasajeros. Todo animaban y vitoreaban al conductor al tiempo que me insultaban y se reian de mi. Una vergüenza, vamos, me atrevo a dar la cara por todos, porque nadie más en ese bus tiene narices, y el "premio" son insultos y risas.
Si en ese momento se hubieran cumplido mis deseos, el bus habría reventado, lejos de mi, eso sí. Eso que padecí es la gota que colma el vaso, el culmen de la actitud de "masa sin cerebro", apoyar y jalear al culpable de todo, e insultar al que da la cara por todos. Leí en algún lado (probablemente es de Prachett) que "la inteligencia de un grupo de personas es inversamente proporcional al número de miembros". Y allí había mucha gente. Aun así no es escusa "dejarse llevar" para reírse e insultar al único que se atreve a dar la cara.
Las colas de la ALSA son un hervidero de comentarios contrarios a la ALSA y sus conductores, que si que tarde van, que si retrasos, que si malos modos... Pero luego al subir al bus todo son sonrisas, saludos y demás tonterías. Pura hipocresía, yo llevo sin dirigir ni un saludo a los alseros.... buf, años. Y ya para colmo los conductores siempre consiguen poner a la masa descerebrada en contra del que se queja. Si el conductor del bus se para un largo periodo de tiempo mientras alguien rellena un reclamación... pues al cuello que van, pero al del pobre reclamador que se atreve a dar la cara por todos. Fuera de los buses, todo son malas palabras, maldiciones por los abusos de los conductores, por el incumplimiento de los horarios etc... pero una vez dentro todo son sonrisas, saludos, y si se queja alguien, pues a por él, apoyando al conductor.... al que hace 5 minutos poco menos que le colgaban de un árbol con sus intestinos.
¿Qué quereis que piense con ese panorama? Si nadie se queja, si nadie (pocos) pone reclamaciones, si nadie pide explicaciones al conductor... pues las cosas seguirán igual, e incumplirán todo lo incumplible, mientras nadie grite cuando le pisen, le seguirán pisando. Es más, si cuando le pisen grita de placer y pide más... pues le pisarán más, y eso es lo que está pidiendo la gente. No atreverse a poner reclamaciones y quedarse callado ante los abusos es la manera perfecta de que las cosas sigan igual, y apoyar al conductor e insultar al único con valor de dar la cara es la manera perfecta de que las cosas empeoren. Sinceramente, tenemos lo que nos merecemos. Bueno, tenéis lo que os merecéis, que yo me he quejado y he peleado mucho, pero sólo para que los que deberían apoyarme me insulten y se rían.
No lo entiendo ni lo entenderé, no es la primera vez que veo o me pasa ésto, pero sí es la vez que rebasa mi paciencia (que ha sido bastante grande) además, sólo les faltó empezar a escupirme o tirarme cosas.
Pues la situación es la siguiente: yo para venir al trabajo me traen en coche, y así nunca llego tarde. Por otro lado, cuando salgo los fines de semana no se me pide puntualidad inglesa, y siempre que avise cuando llego tarde, no pasa nada. Así pues no me afectan realmente los sucesivos incumplimientos de la ALSA, y si voy simplemente " a verlas venir", con calma porque no tengo prisa para nada, sabiendo que existen retrasos e incumplimientos, y soportándolos con un libro en las manos, sin mirar el reloj... Pues viviré más tranquilo, y como la "masa" usuaria del transporte público no se merece que me queje por ellos... pues a otra cosa mariposa.
No pienso volver a quejarme, no pienso volver a poner una reclamación, ni mandar correos a la ALSA, RENFE u otras, pienso vivir tranquilo el transporte, no os merecéis que me preocupe, porque a mi me la trae al fresco, sinceramente. Las cosas irán a peor, pero cada día está más cerca un coche para mi, y entonces si que me olvidaré de todo. Y si la "Espe" o el Gallardón me piden que "use el transporte público por el bien de todos" les diré dos cosas. Primero "todos" no se merece ningún bien porque no pelea por ella. Segundo: si la ALSA y la RENFE me piden perdón de rodillas me pensaré el usar ocasionalmente alguno de sus servicios.
Tenemos lo que nos merecemos, pero yo ya no pienso volver a preocuparme por "la masa" estúpida y borrega, yo voy a ir a lo mio. Igual que los peces, que van por el agua, pero no son agua. Yo iré entre la masa porque de momento no tengo más opción, pero voy a mirar sólo por mi ombligo, pese a quién pese, porque la masa ya me ha hecho bastante.
Por si alguien se lo pregunta, no voy a tomar acciones "de venganza", no merece la pena el esfuerzo, eso sería preocuparme por "la masa" los conductores/pastores de la misma. Preocuparse por que les pasen cosas malas, pero preocuparse a fin de cuentas, y no mere la pena ni eso. Yo (como ya he dicho) voy a ir a mi aire, sin preocuparme como hasta ahora por los demás.
Bueno, espero que si en un futuro alguien decide quejarse por todos, no le insultéis ni os riáis de él.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ya veo que has pecado de pardillo y has caído presa de la sucia morralla de chulos vociferantes.
Parece que en España la sociedad premia el abuso y la cobardía. No sé si será algo cultural mamado desde espectáculos tradicionales como los toros, en los que se aplaude el nivel de sufrimiento infringido a un animal en inferioridad de condiciones.
Lo mismo que se retrata en el video de la campaña contra el abuso escolar; en el que todos tienden a reírse de un "débil" y autocomplacerse viendo como los demás abusan de él hasta que un "fuerte" y virtuoso le echa una mano y lo levanta del suelo. El problema es que eso no sucede en la realidad tan a menudo. Lo natural sería que por romanticismo, si se tuviese un mínimo de nobleza de sentimientos, de pura humanidad -o humanidad pura-, se ayudase al que uno en su interior cree que lleva la razón. Ni siquiera la cobardía desmesurada -hasta la patología- de nuestra masa social explica el hecho. Es algo digno de estudio por parte de la psiquiatría social esta tendencia del español al abuso y el ensañamiento.
Estamos en lo de siempre: La misma Administración y los diferentes actores sociales han ido inculcando unos valores equivocados durante demasiado tiempo. Eso no estaría ni bien ni mal. Lo malo es que no se han castigado a tiempo las actitudes indecentes de las que hablamos por parte de los cobardes más activos y, claro, todo se pega menos la hermosura.
saludos,
Totalmente de acuerdo con los dos, en muchos aspectos España parece el mundo al revés...
Lo que te ha ocurrido es el colmo del absurdo y más conociendo en carne propia la reputación (ganada a pulso) de la ALSA. La primera y única vez que se me ocurrió pedirle a un alsero el Libro de Reclamaciones me soltó que "lo acababa de tirar por la ventanilla".
Es una lástima que para una persona que se molesta en desmarcarse del rebaño y defender no sólo sus interés, sino los de todos los demás pasajeros, se la humille de tal forma que abandone todo interés por volver a plantar cara por nadie más.
Así nos luce el pelo, que cada cual vele por sus propios interés porque es este nuestro querido país no se puede contar con la ayuda de NADIE, aun cuando los interés coincidan. A este paso si uno quiere relacionarse con personas civilizadas y educadas tendrá que empezar a buscar fuera de nuestras fronteras...
Publicar un comentario